Una máquina capaz de generar agua potable en las condiciones más extremas; por ejemplo, en el desierto. Es el invento que Enrique Veiga, un ingeniero jubilado y afincado en El Viso del Alcor, provincia de Sevilla, presentó en 2015 y que, desde entonces, no ha dejado de llamar la atención en rincones de todo el mundo. El último, Irán.

La máquina productora de agua más grande del mundo, fabricada por la empresa Altecfrío, llegará en los próximos días al país iraní. Capaz de producir de manera independiente 10.000 litros de agua diarios en condiciones extremas, es un prototipo único en el mundo. El destino es Ahvaz, capital de la provincia de Juzestán, una zona de aridez extrema en el norte del país. Pero no será el único. Altecfrío, que realizará una presentación de su invento en el país asiático, firmará una contrato para la fabricación de más máquinas.

El prototipo que viajará a Irán es una evolución de la primera máquina que creó Enrique Veiga. Inicialmente era capaz de producir 3.000 litros de agua potable al día en pleno desierto. Un prototipo del que nos hicimos eco en Historias de Luz y cuyos resultados convencieron al gobierno de Namibia, que firmó un acuerdo con la empresa sevillana.

La máquina captura el agua disuelta en la atmósfera y provoca su condensación. El gasto energético es bajo, similar al de una lavadora, y su funcionamiento está certificado por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial. Altecfrío, además, trabaja en dos nuevos modelos que también pondrán rumbo al extranjero: Chile y Arabia. Un invento con multitud de posibilidades. Desde el abastecimiento en zonas desérticas a la utilización en zonas de conflicto y campos de refugiados. Una propuesta revolucionaria con sello andaluz y proyección internacional.



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