María y Alejandro son nombres de futuro. O por lo menos son los nombres por los que más padres y madres han optado para sus recién nacidos en 2014. Según la Estadística de Nombre de los Recién Nacidos Andaluces que ha publicado el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía [1], 1.544 niñas fueron registradas con el nombre de María (3,9 % del total), que ocupa la primera posición desde 2009; por su parte, Alejandro es el nombre más común entre los niños con un total de 1.228 (el 2,9 %), por lo que recupera una posición que ocupa desde 1996 con excepción de 2013.
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De entre los 100 nombres más frecuentes en las niñas, María, Lucía, Martina y Daniela ocupan las 4 primeras posiciones, lo que supone supone el 11,9 % del total. Destaca el ascenso de Martina a la tercera posición desde la novena del año anterior. María y Lucía se intercambian la primera posición desde 1996. Respecto a los nombres de niño, los primeros cuatro puestos fueron ocupados por Alejandro, Hugo, Pablo y Daniel, que acumulan el 11,1 %.
Si nos fijamos en la elección por provincia, María fue el nombre de niña más frecuente en todas las provincias andaluzas; sin embargo, en el caso de los niños no se da el mismo caso, porque aunque Alejandro sea el nombre más frecuente en Andalucía, solo lo es en las provincias de Almería, Granada, Jaén y Málaga; mientras que en Huelva y Sevilla el nombre más frecuente es Manuel; Hugo, en Cádiz; y Rafael en Córdoba.
El mayor incremento entre los nombres de niña más frecuentes es el de Mía, que pasa de la posición 184 a la 92. Entre los niños, el nombre que más aumentó fue Dylan, que subió del puesto 115 al 72.
La elección del nombre de los recién nacidos sigue teniendo en cuenta el de los progenitores. En ese sentido, el 5,5 % de las niñas heredaron el nombre de su madre, porcentaje que en el caso de los niños es del 16,2 %.
Esta situación es diferente según la provincia de la que hablemos. En Córdoba es más habitual que los niños y niñas tengan el nombre de sus padres, con un porcentaje del 19,9 % en los niños y del 7,7 % en las niñas, lo que supone unas cifras superiores a la media andaluza. En el extremo contrario está la provincia de Málaga, donde el 12,5 % de los niños y el 3,9 % de las niñas heredan el nombre de sus progenitores.