La Ciudad Califal de Medina Azahara, en Córdoba, ha dado un paso más para ser reconocida como Patrimonio Mundial de la Humanidad. El Consejo de Patrimonio Histórico ha aprobado, por aclamación, la presentación de la ciudad palatina como candidata por España a la Lista de Patrimonio Mundial.

El camino hasta entrar en la preciada lista no será fácil. Y será largo. El siguiente paso de la candidatura es su presentación, en 2017, por parte del Estado español, al Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco en París, para que este decida si evaluará o no la candidatura. De ser así, la decisión definitiva sobre la declaración del yacimiento como Patrimonio Mundial se conocerá en julio de 2018, en una cumbre celebrada en París.

La ciudad palatina de Madinat al-Zahra, el yacimiento arqueológico es el de mayor extensión de España, tiene su origen entre los años 936 y 976 de la mano de Abderramán III, quien decidió construir una ciudad con funciones administrativas y residenciales para el califato; sin embargo, las sucesivas guerras que asolaron al-Andalus a principios del siglo XI, convirtieron la ciudad en ruinas.

El Consejo de Patrimonio Histórico, órgano que ha proclamado la candidatura, es el encargado de facilitar la colaboración entre la Administración del Estado y las Comunidades Autónomas, así como Ceuta y Melilla. Está formado por el director/a general de Bellas Artes y/o Bienes Culturales y un asesor técnico de cada comunidad, así como por representantes del Ministerio de Cultura.