Un día Alicia recogió de un contenedor una maceta de geranios casi seca. Al día siguiente fue jazmín y así decidió, día tras día, ir recogiendo las flores y macetas que la gente abandonaba en los contenedores y que aún tenían vida. Además de recuperar esta plantas Alicia decidió darle un toque más colorido a su calle y fue colocándolas en los parterres de los que disponía. Una forma de repartir belleza y alegría por un precio muy módico.
Ante este interés vecinos y amigos que iban a tirar sus plantas la llamaron para que las siguieran recogiendo. De esta forma no acabarían en la basura. Obviamente, su ‘jardín urbano’ tenía un límite y llegó el día en el que su ‘protectora’ quedó pequeña. Y aquí es donde aparece la figura de su hijo Jesús que le dio la idea de llevarlas a un campito rústico que tienen en el Aljarafe sevillano.
Tanto el hijo como la madre comparten esta pasión por las plantas y les duele verlas abandonada, así que tras tomar esta decisión montaron un blog (http://notirestusplantas.blogspot.com.es/) y una cuenta en Twitter (@notiresplantas) con el objetivo de que Sevilla y en los pueblos la gente sea respetuosa con el medioambiente del que forman parte las plantas como seres vivos que son y que no las tiren a la basura. Jesús las recoge gratuitamente y posteriormente las siembra en su campito. Nos ha encantado esta historia que arroja un poco más de luz a nuestro día a día.
Muy bien por la madre y el hijo .Soy vecina de esta calle que Alicia alegra con las plantas y con su solidaridad en toda clase de temas .FELICIDADES.
¡Nos alegra enormemente que te guste Felisa!
¡Un enorme saludo!
Que bonita historia la vuestra, anima saber cuantas personas anonimas hacen tanto por por cambiar el mundo, esa es nuestra fuerza y nuestra esperanza.