El profesor de Historia Antigua de la Universidad de Jaén, Alejandro Jiménez Serrano, dirige la misión española que investiga las tumbas de Qubbet el Hawa, uno de los cementerios privados más importantes de Egipto. El profesor jienense halló hace varios años una cámara secreta con la ayuda del Doctor Mohamed el-Bialy, por aquel entonces responsable del Consejo Supremo de Antigüedades en Asuán y Nubia. Hasta este año no ha sido posible acceder al interior de dicha cámara, que fue sellada hace 4.000 años.

Qubbet el Hawa es una necrópolis faraónica que se encuentra en una colina rocosa frente a la ciudad de Asuán, a orillas del Nilo. En sus tumbas descansan los restos de los nobles que gobernaron Elefantina, la provincia más al Sur de Egipto. El equipo liderado por el investigador del UJA ha trabajado durante tres años consecutivos para tener acceso a la gran losa de piedra pulida que sellaba la cámara. Una vez retirada ésta, los excavadores han podido acceder al interior de la cámara donde había un ataúd que contenía los restos momificados de un antiguo gobernante de Elefantina de la época del reinado del faraón Amenemhat III (1818-1773 aC).

Egipto

Alejandro Jiménez señala que la momia escondía un secreto: “El difunto había sido enterrado en dos ataúdes, tanto el exterior como el interior estaban decorados. El exterior se encontraba muy mal debido a que había sido afectado por los xilófagos (termitas), y el interior estaba en perfectas condiciones porque estaba hecho de una madera mucho más dura. Las inscripciones de la caja exterior identificaban al difunto como un hombre, sin embargo los jeroglíficos de la caja interior se referían a la momia como una mujer”. El investigador explica que no salieron de dudas hasta que pudieron acceder a la momia. Los estudios preliminares de la misma determinaron que se trataba de un hombre, en concreto de un gobernador de Elefantina que murió de forma repentina, en torno a los 26 años. “Al no disponer sus parientes en ese momento de un ataúd preparado para un hombre utilizaron otro que estaba destinado a una mujer de la familia”, añade. Luego introdujeron dicho ataúd en otra caja en la que sí realizaron las correctas inscripciones identificando al difunto como un hombre.

Técnica pionera para descubrir jerglíficos

Este hallazgo nos ha recordado a una Historia de Luz que grabamos en marzo de 2012 y en la que el mismo equipo de arqueólogos de la Universidad de Jaén empezó a aplicar la combinación del escaneado en 3D y la novedosa técnica RTI para descifrar los jereoglíficos que hallaron en la misma excavación de Qubbet el-Hawa. Os la recordamos.

Fuente: Diario digital de la UJA.

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