Existe un lugar en Andalucía donde los peces enamoran a las personas. Es lo que sintió Dan Barber, famoso chef norteamericano, cuando visitó la finca Veta La Palma [1], un paraíso en mitad del Parque de Doñana que ha revolucionado el concepto de acuicultura a nivel mundial. Y que le sirvió como modelo para hacer un alegato a favor de la producción ecológica y sostenible con una charla TED titulada ‘Cómo me enamoré de un pez’.
Veta La Palma, antes de ser el santuario ecológico que es hoy en día, era un lugar de cultivo de arroz nada rentable. Pero en la década de los ochenta una compañía con conciencia ambiental compró el terreno y transformó unas marismas de secado en un humedal artificial que, con el tiempo, se convertiría en referencia de biodiversidad. La clave inicial fue la de invertir el flujo del agua e inundar los canales, tal y como explica Barber en su exposición.
Veta La Palma tiene más de 11.000 hectáreas de extensión, de las que más de 3.000 están inundadas con agua de inmejorable calidad y sirven como lugar de crianza de diversas especies de peces y crustáceos (lubinas, curvinas, camarones, doradas…). Un sistema de crianza extensiva en la que se aprovecha el ecosistema local para la alimentación de los peces. Y que además utiliza un agua sin impurezas a pesar de venir del río Guadalquivir, que arrastra grandes cantidades de residuos. El sistema existente en Veta La Palma es tan saludable que purifica el agua antes de volcarlo en el Atlántico. ¿El resultado? Un producto con cualidades insuperables de frescura, textura y sabor que se exporta a nivel europeo y que incluso ha llegado a los restaurantes de reputados chefs estadounidenses.
Este sistema de crianza extensiva sirve, a su vez, como base para atraer a numerosas especies avícolas, que encuentran en estas balsas una fuente de alimento. Esto, a pesar de restar rentabilidad al cultivo de peces, ha convertido Veta La Palma también en un proyecto que mira por la conservación de ciertas especies de aves autóctonas y migratorias, la mayor parte flamencos, que se han convertido en medidor del éxito del proyecto.
El proyecto Veta La Palma es una red ecológica que apuesta por la crianza extensiva y no intensiva. Y una alternativa a la producción basada en la disminución de gastos pero también de calidad. Es una llamada a la ecología y a la innovación sostenible frente a la producción basada en químicos y sin perspectiva sostenible. Un ejemplo revolucionador para la acuicultura mundial con sello andaluz.