Corría el año 2010 y la crisis económica afectaba a toda España, pero tres hermanos de Sevilla, Rocío, Salvador y Jesús, decidieron dar una vuelta de tuerca a la tradición empresarial de su familia y emprender por libre. Fundaron Nomasa una iniciativa especializada en la fabricación de piezas para la industria aeronáutica. Desde entonces todo han sido buenas noticias. Exportan a media Europa y sus clientes son de la talla de Airbus.
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Campamento tecnológico: pequeños ingenieros que aprenden robótica, programación y aeronáutica
La Universidad de Sevilla ha lanzado una novedosa oferta para chicos de entre 8 y 16 años. Se trata del campamento tecnológico Mindtech, gestionado por la empresa GDS, con el que durante el mes de julio los alumnos aprenderán a programar videojuegos, desarrollar aplicaciones móviles, construir robots e incluso cohetes. Con esta iniciativa, la Hispalense pretende acercar a los futuros ingenieros por primera vez a la universidad. Los chicos, además, conocerán la realidad de la empresa de la mano de representantes de compañías de primer nivel.
Ernesto Sánchez, construyendo las arterias de la aeronáutica andaluza para llegar al mundo
Mercedes González, la precisión métrica de la aeronáutica
Vicente Padilla, ingeniería aeronáutica en despegue desde 70 aeropuertos internacionales
La empresa malagueña AERTEC está presente en aeropuertos de medio mundo y es hoy todo un referente en el sector de la tecnología aeronáutica. Sin embargo, en 1997 no era más que un sueño, el sueño de Vicente Padilla, uno de sus dos fundadores. La historia de Padilla es la de un joven emprendedor que después de trabajar en una gran multinacional lo dejó todo para apostar por su propio proyecto. Desde Málaga para el mundo.
José Bello, una vida de aprendizaje para llegar a la cumbre de la industria aeronáutica
José Bello, un trabajador de la empresa EADS, lleva 48 años trabajando en el sector de la aeronáutica. La labor que ha realizado durante todo este tiempo y su capacidad para saber adaptarse a los tiempos han hecho que en su compañía le hayan distinguido como el trabajador más cualificado entre sus más de cien mil compañeros. Una distinción que José lleva con humildad ya que sigue pensando que aún le queda mucho más por aprender de sus compañeros de lo que él les puede enseñar.