Durante décadas, la comunidad científica creyó que Huelva, la Onoba romana, había sido solo un pequeño poblado de pescadores. Sin embargo, el trabajo de Lucía Fernández, arqueóloga de la Universidad de Huelva, está contribuyendo a desvelar el auténtico pasado monumental de la ciudad y su papel como enclave estratégico de primer orden en la época imperial. Los estudios de Lucía Fernández sobre las necrópolis de la zona, además, han revelado la importante influencia religiosa de fenicios y púnicos en los onubenses del momento.