Hay una historia de luz que hoy nos hubiera gustado mostrar en nuestra ‘Historía del día’: la historia de Alejandro, un chico con Síndrome de Down con una familia que ha peleado con energía por aportar normalidad a su vida. Precisamente, en esa búsqueda de la normalidad es por la que, con enorme amabilidad, han rechazado seguir siendo protagonistas ante las cámaras de una historia que no esperaban tuviera tanta repercusión mediática.

A Alejandro, que tiene 14 años, le encanta el baloncesto. Tanto, que entrena desde 2011 con la cantera del DKV Jerez, un club donde se practica el deporte inclusivo, es decir, que personas con discapacidad juegan en igualdad de condiciones que las personas sin discapacidad. Pero la Federación Andaluza de Baloncesto (FAB) no le permitía competir en la liga profesional  porque entrenaba con niños tres años menores que él ya que su desarrollo físico y psicológico era más cercano a los chicos de esa edad.

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