El 8 de abril se celebra el Día Internacional del Pueblo Gitano con el objetivo de reconocer la historia, la lengua y la cultura del pueblo gitano, haciendo una llamada de atención sobre la discriminación que aún sufre este colectivo. La fecha recuerda el Primer Congreso Mundial romaní/gitano celebrado en Londres el 8 de abril de 1971 en el que se instituyó la bandera y el himno de este pueblo. Desde hace unos años, esta fecha está adquiriendo gran notoriedad, sirviendo de ocasión para distintas celebraciones y comunicaciones por parte de instituciones nacionales e internacionales.

La comunidad gitana en España está formada por 750.000 personas y sigue siendo uno de los colectivos con mayor riesgo de exclusión social. Según la Fundación Secretariado Gitano, el 36% de estas personas se encuentra desempleada. Afortunadamente cada vez son más las iniciativas que contribuyen a la integración social y laboral de personas de etnia gitana, especialmente mujeres.

Casa de Bernarda ALbaUna de ellas es la llevada a cabo por el Centro de Investigación TNT-Atalaya, en Sevilla. En 2009, y bajo la dirección de Pepa Gamboa, estrenaba una versión de ‘La Casa de Bernarda Alba’, de Federico García Lorca, interpretada por nueve mujeres gitanas del asentamiento de El Vacie, uno de los más antiguos de Europa. Las actrices, que no sabían leer ni escribir, aprendieron sus papeles a base de improvisación. El montaje giró durante tres años convirtiéndose en el principal referente del teatro comunitario en nuestro país y uno de los máximos exponentes europeos. El año pasado, la compañía situada en el barrio de Pino Montano repetía elenco, esta vez con una adaptación de ‘Fuente Ovejuna‘ demostrando que “otro teatro es posible”.

Por su parte, la Fundación Secretariado Gitano en Andalucía también trabaja en diferentes áreas para promover la inclusión social y laboral de la comunidad gitana. Un centenar de mujeres de Sevilla, Málaga, Huelva y Jerez se han beneficiado del programa de alfabetización digital puesto en marcha por la institución con el objetivo de cambiar la realidad de las cifras de desempleo entre el sector femenino de esta etnia que alcanza el 70%. Hacer un curiculum vitae o aprender a realizar gestiones burocráticas por internet son algunos de los temas que han tratado en este curso.

Otro ejemplo de integración laboral y motivación personal es el de Pastora Filigrana, licenciada en Derecho y una de las pocas mujeres de su comunidad que ha conseguido acceder a estudios universitarios. La discriminación que sufre este colectivo la ha llevado a especializarse en la defensa de los Derechos Humanos. El nombre de su bufete es Jarsia, ‘Justicia’ en caló. Desde la Federación Andaluza de Mujeres Gitanas y Universitarias advierten que, aunque todos los niños gitanos están escolarizados, aún queda mucho por hacer ya que el 90% de las niñas gitanas no termina sus estudios.



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