El almeriense Miguel Ángel Florido comenzó de niño a jugar al balonmano sin que se le pasara por la cabeza que un día estaría al frente del equipo femenino nacional absoluto de este deporte. Durante más de tres años ha ocupado el cargo de seleccionador nacional logrando en 2005 en Almería la primera medalla de oro de esta disciplina en unos Juegos del Mediterráneo. Como segundo entrenador estuvo en los Juegos Olímpicos de Atenas donde el equipo quedó en la sexta plaza. Además ha sido seleccionador de categorías inferiores logrando un Campeonato de Europa juvenil. Lleva más de 20 años al frente de Vícar Goya, equipo que de su mano logró el ascenso a la máxima categoría del balonmano femenino español.
