Alejandro Costa fundó su empresa con dos socios en 2004. Comenzó como una tienda de informática de barrio en la que se reparaban dispositivos electrónicos y los clientes podían conectarse a Internet. Nueve años después, C&G repara 4.000 dispositivos al mes y se encarga del servicio de post venta de grandes marcas internacionales como Toshiba y Sony Vaio. En el último ejercicio facturó tres millones y medio de euros. Recientemente ha recibido el Premio Bandera de Andalucía 2013 por la difusión de los valores de la Comunidad tanto fuera como dentro de sus fronteras.