«La mano es en Zahara de los Atunes, tiene varios años y era mi primer día de «vacaciones», cuando teníamos vacaciones pagadas y te ibas a descansar con seguridad y durmiendo a pierna suelta. Eran los primeros rayitos de sol y lo más curioso es que me fui sola, la única compañía «Lorenzo» y mi cámara de fotos, pero «él» lo llenaba todo y yo estaba feliz»