David Fernández supo, hace más de 30 años, que para emprender un negocio tenía que tener formación y una buena idea. También que si se quiere exportar los idiomas son un buen instrumento. Él es químico, perfumista y habla francés e inglés. Con esos ingredientes nació L&D una empresa familiar especializada en los ambientadores para coches, que cultiva sus propias esencias y que, desde Almería, ha llegado al los mercados de más de 80 países. L&D continúa registrando marcas en nuevos países porque sabe que es sólo cuestión de tiempo que sus productos se implanten en ellos.
