Álvaro tuvo problemas al nacer. Una deficiencia de oxígeno en el parto le provocó una discapacidad física que afecta a la parte derecha de su cuerpo. A los tres años comenzó a nadar. Era al principio para él una actividad terapéutica. Luego se convirtió en su forma de vida. Su irrupción definitiva en la alta competición de la natación adaptada se produjo en 2015. Álvaro Fernández se ha alzado, entre otros logros, con el subcampeonato de España de 50 y 100 metros espalda. Su sueño: participar en unos juegos paralímpicos.
