
Cuando se trata del cáncer infantil, al escuchar que ya no hay enfermedad los padres creen que la pesadilla ha terminado. Sin embargo, los tratamientos a los que se someten los niños con cáncer dejan secuelas físicas y psíquicas en el menor que deben ser tratadas por especialistas para el regreso pleno a la sociedad. Con este fin, y ante las carencias de estudios y atenciones que garanticen la integración del menor, nace en Sevilla la Asociación Española para los Efectos del Tratamiento del Cáncer.