Álbumes ilustrados para niños con autismo. Es uno de los conceptos en los que trabaja la editorial Sallybooks, ubicada en Antequera, provincia de Málaga. Ya cuentan con un primer título dirigido a este público: ‘El astronauta’. Trabajan con el asesoramiento de un equipo de psicólogos y pedagogos especializados en la atención a estos niños con necesidades especiales.
Su nombre es Robot Social IO y es una creación de Bernardo Ronquillo, un ingeniero sevillano interesado en la Psicología y en la inteligencia artificial. El robot está diseñado como una herramienta del terapeuta, de manera que, mediante la programación de determinados ejercicios, el usuario y la familia puedan trabajar en el desarrollo de las habilidades emocionales y del lenguaje, áreas en las que las personas con autismo tienen especiales dificultades.
‘Sígueme’ es una aplicación pensada para potenciar la atención visual en personas con autismo y bajo nivel de funcionamiento, desarrollada por la Universidad de Granada con la colaboración del Colegio de Educación Especial Purísima Concepción y la Fundación Orange.
Investigadoras del Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Granada estudian el desarrollo de la atención en bebés, con el objetivo de poder predecir trastornos como la hiperactividad o el autismo. Lo hacen a través de diferentes herramientas y ejercicios en el CIMCYC, el pionero centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento.
Comenzó a desarrollar aplicaciones para dispositivos móviles para dar respuesta a los problemas de su hijo autista. Logró el reconocimiento y el desarrollo de una empresa, Maíz Apps con la que trata de facilitar a través de app el día a día de niños con autismo, así como para mejorar sus terapias. Detrás de ella, Juan Carlos González, un padre que ha ido dando solución a los problemas que iba encontrando con su hijo.
Conocer la interrelación que existe entre la testosterona y el sistema nervioso a la hora de que una persona desarrolle conductas autistas ha sido el objeto de estudio de un grupo de investigadores del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC). Para ello, han estudiado cómo influye en el comportamiento del gusano Caenorhabditis Elegans la presencia de la testosterona. Se ha empleado esta larva para realizar la investigación, dado a que se estima que más del 80 por ciento de sus genes es muy similar a los genes que tenemos los humanos. Los primeros resultados obtenidos han demostrado que esta hormona masculina es capaz de alterar el comportamiento del gusano, por lo que existe una relación directa entre un aumento de testosterona durante el embarazo, y la posibilidad de que la persona fruto de esa gestación desarrolle conductas autistas.
