Su primera conexión con la música fue su abuelo, que tocaba el laúd. A los ocho años, Pablo Martín Reyes ya cantaba en el coro de la Hermandad de San José de su pueblo, Monachil (Granada). A los 24 años fue finalista de un concurso en el Liceo de Barcelona y tercer premio del Concurso Internacional de canto Pedro Lavirgen. Tiempo después fue seleccionado para encarnar el papel del Conde de Almaviva en «El Barbero de Sevilla», en el Teatro Real de Madrid. Desde entonces, este tenor granadino ha pisado muchos escenarios interpretando, sobre todo, óperas y zarzuelas.