El basalto es una roca de origen volcánico de la que se obtiene una fibra caracterizada por su flexibilidad. Esa propiedad es lo que ha hecho que los ingenieros de Racormance la utilicen para construir bicicletas que absorben mejor los impactos provocados por las irregularidades del terreno. “Se traduce en menos fatiga para el ciclista”, asegura Enrique Romero, uno de los miembros del equipo de desarrolladores. Han empezado por bicicletas de carretera, pero ya piensan en fabricar mountain bikes en el futuro.