
El almeriense Gerundino Fernández creció en el taller de su padre, al que le debe su nombre y uno de los mejores lutieres de España. Su progenitor hizo guitarras a artistas de la talla de Paco de Lucía, Eric Clapton o Vicente Amigo. Desde pequeño observó cómo la construcción de cada instrumento requería paciencia y gran dedicación y el oficio se le quedó grabado. Sin embargo optó por la construcción a la que se ha dedicado toda su vida hasta el año 2015, que animado por su mujer y tras dos años haciendo guitarras, decidió seguir los pasos de su padre y convertirse en un lutier profesional. Una pequeña trayectoria que ha llevado sus instrumentos a las manos de Raimundo Amador, gran admirador de su padre, y a países como Francia, Alemania o Japón.