Alejandra Guerra descubrió que quería dedicar su vida a la Ciencia con apenas nueve años. Hoy, esta bioquímica jerezana trabaja en el Instituto de Investigaciones Químicas de Sevilla. Estudia las modificaciones de una proteína, el Citocromo C, implicadas en la muerte celular programada. Esas alteraciones están detrás de enfermedades como el cáncer y la isquemia. La Real Sociedad Española de Química ha premiado a esta científica en 2016 por su excelencia curricular.