
Llegó a la Alpujarra granadina y ya no volvió a marcharse. Aquí ha desarrollado su labor como ceramista Fátima Quesada, que le ha valido la Carta de Maestro Artesano que concede la Junta de Andalucía en 2011. Su trabajo desde su taller Alizares está orientado a la arquitectura y ha trabajado por todo el territorio español y en países como Francia, Dinamarca y Holanda. Desde hace unos años el 50 % de su trabajo se va fuera de Europa, a Estados Unidos y Canadá. En 2007 fue finalista en los Premios Nacionales de Artesanía en la categoría de innovación.