Sobre su tatami se ejercitan sin distinción niños con necesidades especiales y otros que no las tienen. Gabriel Vera es un profesor de judo sevillano con 25 años de experiencia en la enseñanza de este arte marcial a jóvenes con alguna discapacidad. Uno de sus antiguos pupilos, Abel Vázquez, ha representado a España en tres juegos paralímpicos. En su gimnasio de Bormujos progresa Adrián, un niño con hipoacusia y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. “Buscábamos un arte marcial por el espíritu que tienen las artes marciales, el equilibrio, el autocontrol…”, dice José Luis, el padre de Adrián. Y es lo que han encontrado en este deporte y en las enseñanzas de Gabriel. Adrián mejora y aprende a comunicarse con sus compañeros.