
El pintor almeriense Manu Muñoz inició su labor creativa en el mundo del grafiti en 1991. Tras participar en una exposición junto a pintores reconocidos de su tierra decidió cambiar el spray-aunque no del todo- por los pinceles y dedicarse a la pintura tradicional sobre lienzo. De esta experiencia con el arte urbano le queda su gusto por los grandes formatos y la libertad en la composición de sus obras, creadas junto al mar del Cabo de Gata. Sus cuadros han viajado por medio mundo exponiéndose en Estados Unidos, Japón, Inglaterra, Alemania o Bélgica. Además ha recibido varios premios nacionales de los que destaca el Certamen de Jóvenes Creadores de los Países Mediterráneos.