De joven le gustaba escuchar flamenco en las tabernas de su Lucena natal, cuando su oficio era el de zapatero remendón. Ya por entonces Curro Lucena tenía maneras, y ser marchó a formarse a Madrid en la década de 1970. Con doce discos a sus espaldas, en 2012 recibe el Premio Nacional de Flamenco a la mejor discografía. Otros reconocimientos habían llegado antes, como el del Festival de Cante de las Minas, en 1985.