La malagueña Francisca Sánchez está al frente de uno de los grupos de referencia en investigación de enfermedades raras, aquellas que en Europa afectan a menos de 5 pacientes entre 10.000 habitantes. Su grupo de la Universidad de Málaga forma parte del Centro de Investigaciones Biomédicas en Red de Enfermedades Raras (Ciberer).
La Universidad de Granada lidera el proyecto ‘Hi-Power’ en el que participan judocas de nivel internacional. Con la colaboración de la Universidad de Ljubljana (Eslovenia) y la participación de investigadores del CAR de Sierra Nevada, perteneciente al Consejo Superior de Deportes, se busca comprobar que el entrenamiento en altura mejora la velocidad en algunos movimientos.
El grupo de investigación ‘Estrés celular y edad’ de la Universidad de Jaén ha realizado un estudio de base sobre la melatonina, una hormona que producimos de forma habitual, y ha demostrado su efecto positivo para reducir y reparar los daños causados por el ictus, una enfermedad que afecta a 1 de cada 6 personas en España. El estudio servirá para desarrollar futuros tratamientos en los que se utilice esta hormona, a la que ya se conocen efectos positivos para regular el sueño o frenar el envejecimiento.
El diagnóstico de un hijo con una enfermedad rara lo volcó de lleno en su estudio. Antonio Bañón, profesor de Filología española en la Universidad de Almería, es el impulsor del Observatorio de Enfermedades Raras. Se creó en 2009, pero no fue hasta 2012, con el respaldo de la Federación Española de Enfermedades Raras, cuando se consolidó. Desde entonces, el Observatorio recopila información sobre estas enfermedades desde el punto de vista social, educativo, cultural y de los medios de comunicación. Desde su creación han detectado un mejor tratamiento de estas enfermedades en los medios de comunicación y pide la implicación de la sociedad para hacer mejor la vida de los 8 millones de personas que en España padecen alguna enfermedad poco frecuente.
Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva del grupo de Investigación de Sistemas Electrónicos y Mecatrónica, ha ideado un sistema inalámbrico a través de un software que permite detectar en tiempo real fallos críticos en cualquier tipo de motor, midiendo parámetros como el aumento de temperatura, las vibraciones o variaciones en el suministro eléctrico y picos de tensión. El dispositivo supone un ahorro de tiempo y recursos: mediante una conexión wifi, a través de un smartphone o un ordenador portátil, permite conocer la situación de los motores sin necesidad de desplazar a personal especializado.
Investigadores del Departamento de Química de la Universidad de Almería participan en un proyecto del que forman parte 14 grupos de investigación de 9 países para encontrar antibióticos naturales a partir de microalgas que sean útiles en el tratamiento de bacterias resistentes a los antibióticos.
