Salió de su Francia natal para llegar en 1981 al restaurante El Bulli. Jean Paul Vinay consiguió para el famoso restaurante su segunda estrella Michelín y trabajó unos años junto a Ferrán Adrià. En 2017 ha recalado en el municipio granadino de Montefrío, en el restaurante ‘Flor de olivo’, que dirige junto a su mujer, y donde desarrolla una cocina basada en los productos, y ofrece una de sus especialidades, el foie.
El jiennense Jesús Moral, de Bailén, ha sido reconocido como el cocinero revelación 2017 en el congreso gastronómico Madrid Fusión. Es el más joven en incorporarse a un palmarés en el que aparecen chefs como David Muñoz o Diego Gallegos. Su apuesta gastronómica pasa por innovar en recetas tradicionales de Jaén que aprendió de su madre y que ha renovado tras su aprendizaje en la Escuela de Hostelería La Laguna y su experiencia en los fogones con cocineros como Nacho Manzano, con dos estrellas Michelín.
El cordobés Kisko García llegó al mundo en 1978. Criado entre fogones puesto que sus padres regentaban un bar de comida casera, era inevitable que durante su infancia se enamorase de la cocina. Realizó sus estudios en la Escuela de Hostelería y Turismo Gran Capitán en Córdoba. Creativo y dinámico, ha trabajado en varios de los mejores restaurantes de España junto a grandes chefs como Joan Roca y Sergi Arola. Entre otros muchos reconocimientos, recibió la estrella Michelín en 2012 con el restaurante Choco, donde es jefe de cocina. Sigue trabajando con ilusión y siempre realzando el producto cordobés, dándolo a conocer en todo el mundo con una única finalidad: que cada cliente disfrute con su creatividad y su pasión por la cocina cordobesa.
«Se suele decir que Andalucía es luz, amistad, color, fiesta… Pero para mí, como cocinero, es mucho más que eso», dice el chef Enrique Sánchez, que se fija en los pequeños detalles y costumbres. «Andalucía es un mantel de hule, una abuela preparando un salmorejo con el mortero, una mesa conjunta y compartiendo», asegura el también presentador de Cómetelo y de La Báscula. Y añade que su tierra es en sí «una forma de vida», algo de lo que se ha dado cuenta cuando ha vivido fuera de ella. Por último señala que «Andalucía tiene una gran virtud que es que está llena de andaluces, sin los que no sería lo que es».
El cocinero Ángel León dice que ama a Andalucía, su tierra, porque es «un sitio único en el mundo». El ganador de dos estrellas Michelín desde su restaurante Aponiente asegura que «miramos al Sur de una forma diferente, pues desde aquí se pueden hacer muchas cosas», y pone de ejemplo su contante investigación y fusión de la cocina y el mar que «desde aquí, puede repercutir al mundo».
Paco Flores, de 29 años, es el cocinero malagueño que ha conseguido convertir el gazpachuelo en la mejor tapa de diseño española de la última edición de Madridfusión
